martes, 3 de mayo de 2011

represion que alarga la dictadura franquista

La represión alarga la dictadura franquista

Desde 1939, durante la primera etapa del franquismo, la condición de Estado Totalitario convertía

cualquier actividad política fuera de Falange o sindical fuera del sindicato vertical en un acto de

oposición al franquismo, y sujeta a la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo. La

Conspiración Judeo−Masónico−Comunista−Internacional era una de las obsesiones personales de

Franco, que la creía responsable de todos los fracasos históricos de la nación española desde Felipe II, y

desde luego, de la Guerra Civil. La solución era someter a una férrea represión a todo lo que sonara

antiespañol. Campos de concentración, condenas a muerte ejecutadas o conmutadas en largas condenas

de cárcel, trabajos semiesclavos, fueron la suerte de miles de republicanos capturados tras la guerra. El

exilio republicano, tanto el de los que huyeron como el llamado exilio interior de los perdedores que

llevaron una vida oscura en España, es la otra cara de la represión.

Bajo el franquismo, el ejército, a través de sus unidades (entre las que puede contarse la Guardia Civil)

y de los tribunales militares eran las instituciones encargadas de la actividad represora. Los miembros

estaban encuadrados en el Movimiento Nacional (que se podía ver como una organización paramilitar).

Los tribunales militares establecieron jurisprudencia en la represión y todos aquellos que se opusieron

a la rebelión militar de Franco eran, paradójicamente, reos del delito de rebelión militar. Con la Ley de

Responsabilidades Políticas de 29 de febrero de 1939, se amplía el espectro de los delitos. Por la Ley de

2 de marzo de 1940 se crea un Tribunal para la represión de la masonería y el comunismo con el

propósito de reprimir las organizaciones de oposición al franquismo. En 1944 se incluyen en el Código

Penal otros delitos: la huelga, asociación ilegal, propaganda ilegal y reunión ilegal.

El asentamiento del Estado Nacional de Franco hizo que fuera necesario una institucionalización de la

actividad represora, para la que se crearon específicamente dos instituciones principales: el Tribunal de

Orden Público (TOP), y la Brigada Político Social.

4Los delitos políticos y sindicales que habían sido juzgados por Tribunales Militares o por jurisdicciones

especiales pasaron a serlo por el Tribunal de Orden Público (TOP) desde diciembre de 1963, el cual se

va a convertir en el principal instrumento represivo de la actividad sindical y política de la etapa final

de la dictadura.

por: GUIDO OSIMANI NATALE

1 comentario:

  1. No se trata de copiar y pegar, Guido, sino de escribir y sintetizar sobre los que hayas podido leer. Jordi

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